Hoy José Luis nos da claves de vida. De su relación con las Flores de Bach y de cómo llegó a ver que los Animales podían ser grandes maestros de camino.

Aquí leerás sobre Jose, sobre Flores de Bach y sobre los Caballos, ya era hora que ellos tuviesen un poco más de presencia en VNA. También pronto conocerás algún caso suyo con Flores de Bach.

Gracias Jose por tu aportación, seguimos adelante!

José Luis y las Flores de Bach

Caballos y Flores de Bach 2Me llamo Jose Luis Novo Mosquera, nací en La Coruña, el 17 de Mayo de 1971.  En el momento de mi nacimiento, hubo complicaciones en el parto y tuve lo que se llama sufrimiento fetal, nací con dos vueltas de cordón, provocándome así una falta de oxígeno en el cerebro que derivó en una lesión cerebral, llamada Parálisis Cerebral, quede afectado físicamente pero no emocionalmente.

Veintiséis años en silla de ruedas, dan para observar mucho en la vida y para saber lo que se quiere para uno y lo que no, pues a mí no me suponía ningún problema mi lesión, sabía convivir con ella sin ningún tipo de complejo, pues me ha enseñado a observar y entender cosas que probablemente en otra situación no entendería.

El verdadero esfuerzo era entender el concepto y la imagen que proyectan de uno los demás, porque esto, cuando estás creciendo, sí puede ser a la larga un problema de autoestima, cierto también es que aprendes a discernir.

En el año 2003, tuve la oportunidad de hacer el primer módulo de Flores de Bach, para humanos con la Fundación Edward Bach, en la escuela de Barcelona, luego ya enlacé con el segundo módulo y el Practitioner, tiempo después  trabajé como voluntario en una asociación de padres con hijos con Parálisis Cerebral, intentando trabajar autoestima, inseguridades, culpa…, me di cuenta que de estas emociones hay gente que quiere y tiene fuerza de salir y hacer una vida, pero otra mucha que no.

¿Cómo llegue al mundo de los animales?

Mis abuelos eran granjeros y tenían animales, vacas, ovejas, perros, gatos, yegua.  De pequeño, los veranos me iba con ellos los tres meses de vacaciones y siempre estaba interactuando con los animales sin saber absolutamente nada de lo que sé ahora, ni se me pasaba por la cabeza que un animal pudiese comunicarse o tener emociones.

Recuerdo una anécdota  con mi abuelo, él tenía una yegua que se llamaba Careta, era parda y preciosa con una cara alargada con una mancha blanca frontal que le llegaba desde el principio de la frente hasta la boca. Para mí era una belleza insuperable… pero ella tenía un carácter muy especial, cuando tenía el día cruzado le daba igual tirar al que llevase encima cuando para ella era «no»: lo tiraba y listo.

Recuerdo los ojos penetrantes y desconfiados de Careta cuando me miraban, era como si supiera que conmigo tuviera que tener un cuidado especial: yo era rígido como una tabla y espasmódico, con lo cual se podía asustar fácilmente, y aunque iba montado con mi abuelo, podría ser complicado.

La vuelta a los caballos…

Hace 16 años que la vida me ofrece volver al mundo de los caballos. A mi pareja y mí nos gustan mucho los animales:

Un día de hace 16 años, una amiga que teníamos me comenta que está montando a caballo en un centro ecuestre, a una yegua que se llamaba Sheila y que era de un amigo que se la dejaba para montar en tanda los fines de semana. Pero me dice nuestra amiga que sentía como si la yegua no la entendiese a ella, como si no acoplasen una a la otra, y me preguntó: «¿las Flores de Bach podrían hacer algo a nivel emocional

Le dije, yo con caballos ni con otros animales trabajé, pero si quieres un día vamos y te veo montar con Sheila, y a ver lo que veo entre las dos.

Para mí era uno de los sueños que anhelaba hacía tiempo: el poder volver a estar caballos y sentirlos de nuevo.  

Vimos montar a nuestra amiga y me di cuenta de que había una lucha entre la yegua y ella con la rienda, le tiraba demasiado de la boca y Sheila se sentía incomoda e intentaba hacérselo saber a mi amiga.

Le dije lo que a mí me había parecido ver y que era una percepción mía, basada solo en un instinto, pero que bajo su responsabilidad podríamos probar con algunas Flores de Bach, para ella y para Sheila. Les di la misma combinación a las dos.

Fuimos 3 veces a comprobar cómo iban las cosas entre Sheila y nuestra amiga, y la verdad es que me llevé una sorpresa mayúscula, al verlas tan compenetradas y sin tensiones de ningún tipo.

A partir de este caso, vinieron más casos de caballos, y cada uno de ellos me enseñaba mucho más de lo que se pueda aprender con la palabra escrita, el caballo es pura emoción y sensibilidad.

Volver a montar gracias a la situación ideal y a las esencias

Un día, vino la dueña del centro ecuestre, y me dijo ¿te apetecería montar?

Dije que sí, pensé que no me lo iban a ofrecer nunca, porqué no me podía imaginar que me lo ofreciesen, no por mí, sino porque había gente que pensaba que me podía “romper”, aunque no era verdad.

Aunque mi cabeza era un mar de dudas internas, sobre ¿cómo iba a abrir las piernas? siendo un puro espasmo rígido y contraído… Tenía muchas dudas, pero monté igual a caballo, con todo el esfuerzo y el cambio que supuso para mí a nivel estructural y de equilibrio.

Puse en marcha mis conocimientos en Flores de Bach conmigo mismo para superar miedos e inseguridades, que venían cuando había dolores y cambios estructurales en mi cuerpo.

Con el tiempo mejoré y me hice jinete de la disciplina Paraecuestre, en la modalidad de Doma Clásica Adaptada: es un deporte Paralímpico, que exige mucha sincronía con el caballo, mucha paciencia y sobre todo movimientos lentos y precisos. Era algo que a mí me resultaba complicado, pero me estimulaba ponerme retos a mí mismo. Además, empezaba a ver que había una especie de comunicación sin palabras que me parecía fantástica.

Uno más en la familia

Desde hace doce años tenemos un caballo frisón holandés de pura raza, que en el último año nos dio varios sustos de salud, todo empezó por un absceso de pus en la mano derecha que le produjo una cojera, llamamos a los veterinarios y le dieron antibióticos y antiinflamatorios.

La medicación le dio reacción adversa y lo dejó sin fuerza y con la musculatura débil, esto hizo que al estar acostado y al quererse levantar (y vio que no podía por los efectos de  la medicación), forzó el mismo costado que tenía la mano mala. Se hizo una ruptura de fibras en las costillas, con lo cual los veterinarios nos ofrecían ponerle cortisona que era lo rápido, o un fisioterapeuta equino.

Evidentemente optamos por lo segundo. Mi pareja que es quiromasajista para humanos, dijo que ella quería intentar recuperarlo con sus técnicas (queríamos evitar que le pusieran cortisona, ya que sabíamos que su organismo no la toleraría), y con  la supervisión de los veterinarios, aunque llevó su tiempo, fue todo un éxito, se recuperó del todo. Los veterinarios no se lo podían creer.

A partir  de todo lo relatado, decidí prepararme en terapias alternativas para ayudar a nuestros propios animales,  convertirlo en una herramienta de trabajo, y seguir aprendiendo de ellos siempre.

  • Curso de Comunicación Animal online, organizado por Entrespecies, impartido por Marivi Simona.
  • Curso de Comunicación Animal Ética y Leyes Naturales online, organizado por Entrespecies, impartido por Marivi Simona.

Módulo para todo tipo de animales.

Módulo específico para caballos.

  • Curso de Osteopatía Equina,  “Dorsos y Flexibilidad”.   Organizado por el “Club Ecuestre Os Parrulos”, impartido por la Osteópata Equina, Esther Cano, el sábado, 18 de Marzo de 2017.

 

Jose Luis Novo Mosquera.

Caballos y Flores de Bach1

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