¿Cuántas veces te ha pasado que estás ofuscada delante del ordenador, tensa, trabajando, y tu perro ha venido a «molestar»? (acercándote el morrito para que le acaricies, o poniéndote una pata encima constantemente, o gimiendo, o moviendo la cola, o jugando delante de ti, «provocándote» con su juguete favorito…).
Tú en ese momento piensas «Buf, Klim, ahora no…tengo mucho que hacer, estoy ofuscada con esto…«. E insistes en que se calme y se vaya a su camita a «no molestar», o que se entretenga solit@ con su juguete.
Ahora no, luego jugaré con él, o daremos un paseo (y ese luego nunca llega, o es tras mucho mucho rato de trabajo duro ante el ordenador).
¿Te suena?
Y casualmente, tu perro, «es» un perro nervioso, que a menudo hace ésta y otras cosas de «perro imparable». En tus temas de conversación sueles destacar lo nervioso que es, y no entiendes por qué es tan activo y demandante… si lo tiene todo…!
«Ser» o «estar»:
Pues bien: déjame decirte que él No «es» nervioso (en la mayoría de los casos), sino que «está» nervioso, estresado, ansioso, activado, intenso…por varios factores….y uno de estos factores es un factor externo: tú.
Y eso no es ni bueno ni malo: es una información. Una información muy útil porque ahí puedes actuar para ayudarle a estar más tranquilo.
Sí, de veras: sabiendo que tú eres parte de la situación (sin culpabilidad,por favor), tú tienes el poder de hacer algo para que esté más tranquilo:
Puedes decidirte a tomar las riendas de la situación, y cada vez actuar de forma más práctica, observando a tu compañero de forma atenta y serena, para «ver» cuál es la situación real del momento: ¿está histérico, o la situación es intensa?:
- Si está nervioso: ¿tengo algún remedio o pauta para ayudarle a gestionar la situación?
- Si la situación es intensa: ¿tengo el poder de decisión para cambiar la situación (ruidos en casa, discusiones, estrés mío y no de él…)? Puedo aprender a observar y a convertirme en referente de calma para mi compañero.
Referencia de calma:
Mientras tu perro no vea un referente de calma* claro en un humano o un compañero cercano, no verá claro que puede estar calmado. Tranquila. La idea es que tú cada vez seas más coherente con lo que le muestras: no vale decirle «Tranquilo, cálmate ya!» mientras tú por dentro eres un manojo de nervios.
En este momento, en el ejemplo del inicio, en el que tú estás trabajando con el ordenador, cuando se te acerca nervioso pidiendo atención o moviéndose en exceso para que tú te levantes de la silla, es mejor expresarle honestamente y coherentemente:
-«Pues sí, amig@ canin@, estoy tensa, tú lo has visto antes que yo, ¿verdad? Gracias por mostrármelo, veré qué puedo hacer«.
Y en ese mismo instante, valora si puedes atender ahora a tu amado canino, o bien sientes que debes trabajar o hacer lo que estabas haciendo un ratito más.
Sé honesta con la situación.
Sé honesta contigo misma, y haz lo que sientas:
- Si quieres estar con tu compi, ve. A veces con 5-10 minutos es suficiente para hacerle/haceros un regalo de tiempo (Turid Rugaas habla de tiempo de calidad: un pequeño juego en casa, o un masaje, o estar por él unos minutos puede ser mucho mejor que un paseo en el que no tienes ganas de ir)…Otras veces ir de paseo os irá bien a ambos (tu perro te ha «salvado» del estrés, te ha invitado a refrescar la mente).
- Pero si en realidad quieres seguir trabajando, ir con tu perro te hará estar ausente con él, y eso no es tiempo de calidad porque estás pensando en otras cosas, no estarás presente en el paseo o el juego… y será un agobio. Así que de nuevo sé honesta contigo misma, y quizás en ese momento sientes que quieres seguir trabajando: si es así, quizás puedes enfocarte en terminar rápido lo que estabas haciendo, hacer esperar unos minutos más a tu perro, pero a cambio darle luego tiempo de calidad contigo.
Nuestros compañeros no humanos son grandes indicadores de cómo está la emocionalidad del momento, y nosotros lo podemos observar sin culpa y con agradecimiento, porque nos enseñan a ser más honestos con nosotros mismos … y desde el darme cuenta de cómo estoy, puedo hacer algo: levantarme y pasear o distraerme un rato (si estaba histérica ante el ordenador trabajando como loca), hacer algo que me relaje mí si acabo de discutirme por teléfono o estoy preocupada,… y observar cómo cuando yo me relajo, mi perro también se relaja …
Es sólo una reflexión. Ellos siempre son una gran ayuda, verdad?
Usa la coherencia contigo y con tu perro.
Hay mucho más a considerar en todo lo dicho en este artículo. Pero cuando empiezas a usar la coherencia en ti en casa, o en la clínica, los perros notan que te comportas de manera más auténtica, y ya no «les estresas tanto» con tu ambigüedad: imagínate que un familiar tuyo al que tú le tienes gran estima te dice, con voz preocupada y un tanto estresada «¡Tranquila, no pasa nada, siéntate en el sofá y relájate!«…
Tú pensarás: ¿Cómo me voy a relajar si tú estás preocupado? ¿Qué es lo que pasa y no me quieres decir? ¿Hay un peligro cerca que yo no veo y tú sí? ¿Qué ocurre? Sólo si te veo relajado me relajaré…sino…algo pasa que me estás escondiendo…
· La coherencia en este caso sería que yo realmente viese a mi familiar completamente tranquilo y me dijera: «Tranquila, no pasa nada, siéntate en el sofá y relájate». Y se relajase conmigo, a mi lado. Entonces yo me relajaría, confiada de que todo va bien.
· En otro escenario, también sería coherencia si yo sintiese un «peligro» y se lo expresase a mi ser querido tal y como lo siento, sin ambigüedades: «Corre, estoy nerviosa porque voy a llegar tarde al trabajo, no estoy NADA tranquila!«. En este momento, si no estoy tranquila, es tontería que yo intente infundir tranquilidad a otro…
Una herramienta que nos da visión y solución a esto: las Flores de Bach y su visión del problema.
Personalmente, me han ayudado mucho a comprender todas estas cuestiones tanto mis herramientas personales de crecimiento personal, como las Flores de Bach para animales y la Educación Canina de los últimos tiempos, amable, consciente.
Gracias a todo ello recuperé mi pasión por la medicina veterinaria, y la disfruto mucho más ahora, que puedo trabajar con terapias naturales y comentarlas con otros veterinarios que acuden a mis cursos.
En el apoyo que suelo proponer para mejorar problemas de convivencia (ansiedad, miedo, peleas…) considero que es clave saber elegir las esencias florales necesarias para la estabilidad mental del perro, y junto a estas esencias (Flores de Bach), hacer un trabajo floral completo, es decir: proponer trabajo de vínculo humano-canino con pautas y momentos de masaje, silencio, calma…
El tratamiento emocional del núcleo familiar con momentos de silencio compartidos (humano-perro), y técnicas manuales vibracionales sencillas pero útiles en casos de estrés y emociones intensas, como el EFT (tapping) o Reiki ayudan muchísimo también a esas familias en las que el estrés existe tanto en el humano como en el perro (o gato).
Y el resultado de «mejora en la casa» con esta visión holística del problema, suele ser visible a medida que las reflexiones van convirtiéndose en nuevos hábitos, nuevos comportamientos, y a medida que las emociones no gestionadas del perro se van gestionando gracias a las Flores de Bach y las pautas que las acompañan.
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*Referente de calma: humano que el perro considera como referente, como alguien de quién fiarse, pues convive con él y tiene un vínculo creado con este humano. Un sinónimo a ir borrand pudiera ser «amo» o «propietario».
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